Los protagonistas de la nueva película "Los Pitufos" conversaron en Cancún con el periódico trasandino Clarín sobre el proyecto que trae de vuelta al cine a los famosos personajes del cómic belga creado por Peyo en 1958. A continuación reproducimos las declaraciones de Neil Patrick Harris, Sofía Vergara y el director Raja Gosnell sobre la cinta que se estrena este jueves 4 de agosto en cartelera.
¿Qué les interesó a ustedes del proyecto para querer involucrarse?
Neil Patrick Harris: Para mí era importante que no fuese una película exclusivamente pensada para chicos. Sabía de la existencia de Los Pitufos , por supuesto, y me pareció una gran idea para hacerlo en 3D. Pero quería saber si iban a tratar de captar también a los fans de los dibujos de los ‘80. Me parecía un tema importante. Al conocerlos me di cuenta de que a los dos les interesaba respetar ese legado. Trabajamos el guión cuidando que los chistes fueran dirigidos a chicos y a adultos, y que los personajes humanos fueran lo más realistas posible.
Hank Azaria : Para mí, como con cualquier película, depende del guión. Me lo mandaron, me gustó y, especialmente para mí, al interpretar a Gargamel, me preguntaba lo mismo que me pregunto cada vez que tengo que hacer un villano: si será o no divertido. Sentí que sí, que Gargamel era parte del humor y no sólo “el malo de la historia”, y que Raja estaba abierto a mis ideas más absurdas sobre el personaje.
Sofía Vergara: Yo crecí en Colombia en los ‘80 y ‘90, y siempre fui fan de Los Pitufos . Era el programa más visto en esa época en mi país. Así que cuando me llegó el guión ya quería ser parte del proyecto. Al leerlo, me gustó el papel y me pareció divertido poder actuar con actores que admiro como Hank y Neil. Así que dije que sí, sin dudarlo.
Los Pitufos tienen fanáticos de varias generaciones. ¿Cuál creen que es la razón de su éxito?
Harris: Son simples y, a la vez, tienen una estructura muy sólida. Para los chicos son muy fáciles de reconocer por sus colores primarios y por la personalidad de cada uno, con las que cualquiera se puede identificar. Son historias clásicas y divertidas que funcionan con arquetipos. Yo no sabía que venían de una serie de historietas, no tenía idea quién era Peyo. Pensé que eran sólo los dibujos. Ahora siento que tienen más peso que el que tenían en la época en la que tenía los muñequitos y les prendía fuego... (risas).
Azaria: No sé qué es lo que los convirtió en exitosos, es algo intangible. Son divertidos, no sé. De hecho, recién ahora me doy cuenta de que son tan populares en todo el mundo. Pensaba que habían surgido como un dibujo de Hanna Barbera de los ‘80 y nada más. Así que, sí, estoy de acuerdo con todo lo que dijo Neil.
Gosnell: La clave para mí es que todos podemos vernos en ellos. Hay uno torpe, uno malhumorado... Y todos nos hemos sentido así en algún momento. Creo que la clave está en que tienen necesidades y sentimientos, y que no son más que una familia disfuncional que, en este caso, se deben unir para ayudar a un Pitufo en dificultades.
Gran parte del trabajo fue con pantalla verde, actuando con alguien que no existe. ¿Cómo fue eso?
Harris: Diferente para cada uno. Sofía no tenía que interactuar con pitufos. Yo lo hice, pero en escenarios reales, así que no era tanto con pantalla verde. Nos ponían unos muñequitos y con ellos ensayábamos las situaciones y posiciones de cámara para saber dónde teníamos que ir y adónde había que mirar. Raja estaba en el piso, marcando todo. Una vez que hacíamos las pruebas sacaban los muñecos y ponían una marca en las posiciones con distintos colores. Además, las voces las hacían en el mismo momento desde otro cuarto, fue bastante complejo. Pero la idea era divertirse, improvisar y luego hacer la animación a partir de lo que surgía ahí. Lo mismo que los golpes y las caídas...
Azaria: Lo mío fue casi todo con pantalla verde... un vacío verde. Es raro, pero es nuestro trabajo imaginar cosas que no están ahí y hacerlas creíbles. Si no podemos hacer eso, entonces no deberíamos dedicarnos a esto. Aunque es cierto que esta vez fue un poco más extremo.
¿Por qué decidieron mudar a los Pitufos de su ambiente natural y llevarlos a Nueva York?
Gosnell: La película arranca en la aldea de los Pitufos, que está excelente... Pero yo sentía que ya hay diez años de dibujos con ellos en la aldea y que, para darlos a conocer a un público nuevo y que, a la vez, los sientan como criaturas reales y vivas, era un buen desafío llevarlos al mundo real, hacerlos viajar arriba de un taxi o estar en la mano de Neil. Y a través de ellos ves la ciudad de otra manera, como si fuera salida de El mago de Oz . También era un tema importante de la película que los Pitufos lleven algo de su bondad a Nueva York, afectando a las personas de una manera positiva. Y por último, nos ayudó que James Cameron dijera que los Na’vi de Avatar eran “Pitufos grandes”. Nos parecía ideal hacer interactuar a los Pitufos originales con el mundo real.
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