El jueves 14 de julio se estrena en salas chilenas la ópera prima de la directora independiente Shana Feste. La cinta, presentada en el Festival de Cine de Sundance de 2009, muestra la historia de una familia fracturada por la tragedia y su lucha por intentar rearmar sus afectos. El portal Abcguionistas conversó con la realizadora sobre su trabajo en el guión de la cinta, y acá reproducimos la entrevista.
¿En qué se inspiró para escribir el guion de la película?
Siempre he sido muy fan de la película Gente corriente. La primera vez que la vi me impresionó muchísimo y a partir de ese momento empecé a sentirme fascinada por el dolor y los dramas domésticos. Empecé a investigar sobre el tema del dolor causado por la muerte de un ser querido y me inspiraron mucho las historias de padres que habían perdido a un hijo. La increíble vulnerabilidad y honestidad que mostraban me impresionó, al igual que la manera hermosa en la que la tristeza gobernaba su comportamiento. Además, mientras realizaba esta investigación inicial me ocupaba de un precioso bebé que dormitaba sobre mi pecho mientras yo apuntaba ideas en un cuaderno que me llevaba al trabajo todos los días. Trabajé mucho con el amor que sentía por ella, con el amor que ella proyectaba hacia mí y con el poder potencial que tienen los bebés para curar a aquellos que los rodean. La combinación de esas dos experiencias tan diferentes me inspiró para escribir Prueba de amor.
¿Le ha costado mucho hacer la película?
¡Todo lo contrario! De hecho ha sido muy fácil hacer esta película. Mi experiencia anterior para conseguir financiación fue como un paseo en una montaña rusa económica durante el cual el proyecto se hizo y se deshizo demasiadas veces. Por motivos obvios no iban a firmarnos un cheque en blanco y dejar que eligiéramos libremente a los actores que quisiéramos, sabíamos que teníamos que dar con intérpretes de cierta calidad que pudieran sacar adelante esta película y consiguieran que ésta emocionara al público. Ése fue el proceso más difícil: dar con actores de primera que estuvieran dispuestos a trabajar con una directora primeriza. Los agentes de Pierce mandaron el guion a Irish DreamTime y él y su equipo se involucraron en el proyecto. Por no hablar de la tranquilidad que da trabajar con un productor tan respetado y experimentado como Beau St. Clair.
Como directora de largos primeriza, ¿cómo ha logrado atraer a un reparto tan famoso?
Me gustaría decir que fue gracias a la fuerza del guion. He trabajado detrás de las cámaras en una agencia y allí aprendí que el reparto lo es todo: ellos son el motor que mueve las películas. Sabía que si quería dirigir esta película, necesitaba escribir papeles que atrajeran a los actores. Intenté crear personajes que parecieran honestos y recé para que llegaran a los intérpretes adecuados. Cuando Pierce y Susan aceptaron, les convencí, aunque no sé muy bien cómo, de que sabía cómo había que dirigir un largo, si bien esto distaba completamente de la verdad, pero tenía un libro con ideas visuales y paletas de colores y storyboards caseros y, lo que es más importante, mucha pasión y eso me sirvió para transmitir la historia. Gracias a dios confiaron en mí y se arriesgaron a trabajar en el proyecto.
Como guionista del film, ¿cuál es la esencia de la película y de los personajes?
Es un filme sobre una familia que se recompone. Hice que los personajes pasaran por la situación más terrible que puede vivir un ser humano y compartí su dolor de una manera tan intensa que sabía que tenía que hacer algo para que se sintieran mejor. Quizá les pueda parecer que encajo en el cliché de escritora que viene de un hogar roto, pero sabía que tenía que “arreglar” a esta familia y sabía que todo iba a acabar bien al final. Espero haber escrito una historia sobre el amor y la fuerza de la familia.
¿Cuánto duró el rodaje? ¿Dónde se ha rodado?
El rodaje duró 25 días y filmamos en la zona de Nyack, en Nueva York.
¿Cuál es su escena favorita de la película?
En mi escena favorita vemos que Carey Mulligan sostiene a su bebé recién nacido. Era un bebé de verdad y creo que a Carey le daba mucho miedo cogerla, de hecho puede que fuera una de las primeras veces que cogía a un recién nacido. El resultado final es una extraordinaria combinación de miedo y emoción, y me encanta la mirada que tiene cuando sonríe a la familia Brewer antes de bajar los ojos hacia su bebé. Se me empañan los ojos cada vez que la veo.
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