viernes, 19 de agosto de 2011

Muere Raúl Ruiz, el realizador chileno más importante en la historia del cine

Muere Raúl Ruiz cineasta chile

Esta mañana desde París fue confirmada la noticia del fallecimiento de Raúl Ruiz, uno de los directores chilenos más destacados en la historia del cine y que realizó gran parte de su obra en Francia tras ser exiliado en 1973.

La noticia corrió rápidamente por los medios a nivel mundial. El productor de Ruiz, François Margolin, fue el encargado de comunicar su fallecimiento a causa de una fuerte infección pulmonar. Desde temprano los mensajes de apoyo y condolencias se replicaron en redes sociales, mientras el ministro de Cultura Luciano Cruz-Coke confirmaba vía Twitter la noticia, anunciando que los restos serán repatriados a nuestro país tal y como Ruiz lo hubiese querido. Mientras, en Francia, el presidente Nicolás Sarkozy rindió un sentido al chileno a través de un comunicado, manifestando Con Raúl Ruiz, creador cuyo compromiso en los combates de su siglo se nutría de una inmensa erudición y de una infinita curiosidad. La inspiración de Ruiz, hombre de una cultura universal, partía del patrimonio de todas las artes -cine, literatura, pintura, poesía, teatro- y de todos los países. El mandatario agregó que el realizador fue un digno heredero de los Lumière.

Mucho se puede comentar sobre la carrera cinematográfica de Ruiz. Prolífica como pocas en la historia, tiene a su haber un centenar de películas, tantas que ni el mismo recordaba la cifra exacta de obras que había filmado en su vida. Su trabajo también se extendió al campo de la televisión con miniseries como "La recta provincia", "Litoral" (sus producciones más recientes para TVN) y también el documental, con obras como "Cofralandes" y "L' estate breve".

El director, recordado por "Palomita Blanca" (1971), "Tres tristes tigres" (1968), "Las tres coronas del marinero" (1983) y "El tiempo recobrado" (1998), una de sus obras cumbre, comenzó su carrera durante los años '60 en nuestro país. Nacido en la ciudad de Puerto Montt, llegó a Santiago en 1961 con varios guiones teatrales escritos durante su adolescencia. Su temprana experiencia con la dramaturgia le permitiría tener una fácil llegada al mundo del cine, que en esa época se encontraba en las primeras fases de experimentación y desarrollo desde el mundo de la academia. Desde entonces, y hasta 1973, se convertiría en un promisorio y prolífico cineasta. Siendo militante socialista, muchas veces su trabajo se vinculó al cine político comprometido de la época, sin embargo, su obra sobresale notoriamente al intentar generar una ruptura distinta con las normas convencionales del lenguaje cinematográfico. En "Tres tristes tigres" ya se vislumbra su necesidad de encontrar nuevos códigos y formas narrativas. Ruiz busca deshacerse de la estructura clásica de los guiones, basada en la idea de un único conflicto central que articula la historia; para él no es más que limita la posibilidad de la simultaneidad de relatos. Por otro lado, su gusto por la experimentación lo lleva a utilizar recursos del surrealismo en muchas de sus historias.



Luego de ser exiliado en 1973, Ruiz fijó residencia en Francia, donde el desarrollo de su trabajo lo llevaría a alcanzar la fama mundial justamente por el peso teórico de su propuesta. En 1983 la mítica publicación francesa Cahiers du Cinema dedicaría una edición completa a reseñar la obra del chileno (en circunstancias en que sólo se le dedicaban a directores fundamentales como Godard, Einsensten, Welles, Pasolini o Hitchcock). Su Redactor Jefe, Serge Toubiana, escribiría: Todo el cine de Ruiz es un cine torcido, porque es visto a través de curiosos prismas, siempre desnaturalizando la perspectiva clásica: un cine de ’tuerto’ (que es el título de una de sus películas). Así como cada plano ruiziano lleva una marca, una cifra, o un secreto (un poco como Welles, y los más grandes), una torsión, él propone ejes de toma de vista imposibles, utiliza todos los trucos; la banda sonora a su vez es polifónica, multilingüe, resuena con tantos acentos diferentes como co-producciones o personajes hay en la ficción.

La crítica recibió su trabajo de buena manera. Así lo atestiguan sus cinco nominaciones a la Palma de Oro del Festival de Cannes; el Leopardo de Oro obtenido en 1969 en el Festival de Locarno, el Gran Premio en el Festival de San Remo en 1977, el Gran Premio en el Festival de Orléans en 1982; Mejor Cineasta del Año en el Festival de París de 1986; premio a Mejor Música y Mejor Fotografía en el Festival de Sitgtes en  1991. En 1997 sería reconocido por su contribución a la historia del cine en el Festival de Cine de Berlín. La vigencia de su propuesta nunca perdió fuerza; de ello da cuenta la Concha de Plata obtenida por su última película "Misterios de Lisboa" (2010) en el Festival de San Sebastián. Incluso hasta antes de su muerte Ruiz nunca se detuvo, y se encontraba trabajando en el montaje de "La noche de enfrente", producción filmada este año en nuestro país, junto con "As Linhas de Torres", proyecto que aún se encontraba en carpeta.



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